Este escrito constituye el primer gran libro de Wittgenstein, posterior a su regreso a Cambridge en 1929, y es la única de sus obras que puede calificarse de optimista: encontramos a un Wittgenstein constructivo, inspirado por la ilusión de que algo positivo se puede decir en filosofía. Wittgenstein parte de consideraciones acerca de la proposición y su sentido### examina temas como la gramática de los colores, la naturaleza de estados psicológicos (intención y expectativa), el yo y la privacidad de la experiencia, y los números naturales y reales.