Creo que se remonta a Aristóteles el prejuicio acerca de la natural sociabilidad de los seres humanos: la idea de que los hombres tienden a constituirse en rebaños y sonnaturalmente dados a establecer acuerdos sociales entre sí. Digo “prejuicio” porque, según cómo se mire, nuestra experiencia ancestral demuestra exactamente lo contrario o, cuando menos, autoriza a pensar que los hombres se aman tanto como se odian: que tantos han sido los periodos dedicados a la paz y la buena convivencia entre semejantes como los dedicados al conflicto, a la destrucción mutua y la muerte. Y es curioso que haya sido el sabio Aristóteles quien diera pábulo a esta opinión tan discutible puesto que el Estagirita era hombre poco proclive a guiarse por preconceptos y aconsejaba mantener una estricta reserva respecto de las propias inclinaciones; y, desde luego, su célebre definición del hombre como zoón politikón estaba muy lejos de afirmar una humana predisposición a la vida pacífica.
- Editorial: KATZ EDITORES
- Edición:
2010
- Idioma:
Castellano
- Peso:
50
- Encuadernación:
Tapa blanda
- ISBN
9788492946044